Hace unos días me topé con una nota que hablaba de un libro titulado “La buena vida: lecciones del estudio científico más largo del mundo” publicado en marzo de 2023. Mi curiosidad por un tema que, sin duda, nos toca a todos, me llevó a descubrir la investigación científica realizada por la Universidad de Harvard, ésta analizó a 724 hombres durante 75 años de sus vidas, con el fin de descubrir qué es lo que mantiene a las personas sanas y felices a lo largo de su existencia. El estudio me dejó sin palabras, no solo por su increíble envergadura y metodología, sino también por sus reveladoras y maravillosas conclusiones.
El Estudio sobre adultos inició en 1930 y terminó su primera etapa a mediados del año 2000. Nunca antes en el mundo se había hecho una investigación que siguiera a tantas personas desde su adolescencia hasta su vejez. Esto no solo implicó 75 años de investigación científica, sistemática y rigurosa, sino que también fue una rareza en el mundo de la ciencia. Es sabido que sostener tantos años un tipo de estudio como éste es carísimo y la única certeza que se tiene en un caso como éste es que no se sabe cómo va a resultar. Porque se puede caer por falta de financiamiento o simplemente se mueren o agoten sus investigadores y personas de análisis. Pero milagrosamente esto no pasó y actualmente de los 724 participantes, 60 están con vida y hoy tienen un promedio de 90 años. Y si bien, el primer estudio concluyó, la investigación continua y, actualmente se está trabajando con la segunda generación en la que participan los descendientes del grupo original que son cerca de 2 mil.
La metodología original consistió en separar a los 724 jóvenes de entre 18 a 20 años en dos grupos. En el primero se seleccionó a varones que estudiaban su segundo año de universidad en Harvard y el segundo, chicos de barrios pobres de Boston, específicamente a los que provenían de familias problemáticas, muchas de las cuales vivían hacinadas y sin acceso a servicios básicos, como agua caliente.
Para comenzar a todos se les investigó su historia clínica, haciéndoles exámenes médicos. Además de entrevistar a sus padres. Luego tuvieron que cumplir con los siguientes requerimientos por casi ocho décadas:
- Cada dos años, se les pidió completar una encuesta donde se les preguntó acerca de su salud física y mental, su vida personal y relaciones, matrimonio, familia, amigos. De su profesión y muchos otros aspectos de su vida.
- Cada cinco años, se recopilaba la información de su salud física entrevistándolos a ellos y a su médico.
- Cada 5 a 10 años, participaron de entrevistas en su propias casas o ambientes para documentar su vida de forma más detallada. Con todo esto se fue midiendo una vasta gama de rasgos físicos, psicológicos y antropológicos que iban desde el tipo de personalidad, el coeficiente intelectual, los hábitos de consumo de alcohol y las relaciones familiares, en un esfuerzo por determinar qué factores contribuyen más al florecimiento humano.
La investigación los acompañó a lo largo gran parte de sus vidas, monitoreando periódicamente sus alegrías y dificultades, su estado físico, mental y emocional. Siendo adultos se incluyó en la investigación a sus parejas y se entrevistó a los hijos.
Sus profesiones variaron durante el transcurso del tiempo. Hubo operarios de fábricas, abogados, médicos, albañiles, incluso un presidente de los Estados Unidos.
Respecto a su salud, el estudio reveló que si bien mantuvieron en promedio una salud estable, algunos se hicieron alcohólicos y otros sufrieron de esquizofrenia. Respecto al estandar de vida algunos ascendieron en la escala social, desde lo más bajo y otros descendieron, desde lo más alto.
EL SECRETO DE LA FELICIDAD
Durante estos 75 años la investigación tuvo cuatro directores, dos de ellos escribieron libros respecto a este estudio. George Vaillant, psiquiatra de Harvard que dirigió el estudio entre 1972 y 2004, escribió “El triunfo de la experiencia” y, años más tarde, Robert Waldinger, actual director de la investigación, profesor y psiquiatra también de la U. de Harvard, junto a Marc Schulz, PhD, publicaron en marzo de 2023 el libro “La buena vida: lecciones del estudio científico más largo del mundo sobre la felicidad”.
Los expertos en diferentes etapas de la investigación llegaron a la misma conclusión respecto a la hipótesis de cómo tener una vida feliz y saludable: Lo que importa en la vida son las relaciones humanas. Las personas que mantienen vínculos profundos y estables con su familia y amigos y participan de su comunidad, son más felices, físicamente más saludables y viven más que aquellas que están menos conectadas.
En noviembre de 2015, Waldinger, dio una Charla TED en un pequeño colegio, que sorpresivamente fue vista hasta la fecha por más de 47 millones de personas, convirtiéndose en una de las 10 Charlas TED más vistas en el mundo. En esta presentación de solo 12 minutos, sintetizó en forma brillante las tres lecciones más importantes acerca de las relaciones humanas:
- Las conexiones sociales nos hacen bien. En cambio, la soledad nos mata. Las personas que más se vinculan con la sociedad, la familia, los amigos y su comunidad son más felices, más sanos y viven más que los que están menos conectados. Los que eligen aislarse, decaen en su salud en la mediana edad y mueren antes. Esto es preocupante ya que una de cada cinco personas en Estados Unidos se siente sola.
- La calidad de los vínculos. Se puede sentir soledad en medio de una multitud o estando casado. No se trata de cuántos amigos tenemos, ni la cantidad de cosas que hacemos, sino de la profundidad de las relaciones. Las relaciones cercanas parecen amortiguar los achaques de la vejez.
- Las buenas relaciones no solo protegen nuestros cuerpos sino también nuestros cerebros. Los que tienen un buen apego a los 80 años, que tienen alguien con quien contar cuando lo necesitan, conservan con mayor nitidez sus recuerdos y su memoria. A diferencia de los no cuentan con ese apego, la memoria no se mantiene, sino que declina.
Waldinger, concluyó su cálida charla con una frase de Mark Twain: “No hay tiempo. Muy breve es la vida para disputas, disculpas, animosidades, pedidos de cuenta. Solo hay tiempo para amar y solo un instante, por así decirlo, para eso”.
Texto: Claudia Echeverría, periodista y directora de Valorar Magazine
Valor de la nota: dar a conocer una brillante investigación que nos deja mucha esperanza respecto a cómo ser felices y sanos y tener una vida larga y plena. Se confirma científicamente que la verdadera felicidad no depende de la riqueza, la fama o el éxito laboral. Por el contrario, es algo interno que depende solo de nosotros mismos, y de nuestro deseo comunicarnos de amar y generar relaciones sinceras, profundas y duraderas.