En estos días tuve la oportunidad de escuchar en vivo en Buenos Aires a Hakuna Group Music y a Harpa Dei, dos referentes de esta nueva generación de jóvenes, que comenzaron a acercarse a la adoración y los sacramentos a través del canto. De países distintos y con estilos musicales totalmente opuestos, pero con un mismo espíritu, empezaron a contagiar por el mundo el amor a Jesús Eucaristía.
En Argentina, ya son muchos los jóvenes de diferentes parroquias o colegios que una vez por semana, detienen su vida y se reúnen frente al sagrario de rodillas para hablar y cantarle Dios. Participar de esto fue un regalo.
El Huracán Hakuna
Hakuna es un movimiento de jóvenes españoles, que nació en la Jornada Mundial de la Juventud en 2013 en Brasil. Estos chicos se reunían para hacer Hora Santa en la capilla Aravaca de Madrid, de la mano del Padre José Pedro Manglano, su fundador. A su regreso de Brazil volvieron ávidos de Dios por todo lo vivido y empezaron a componer sus propias canciones. El nombre Hakuna proviene de Hakuna Batata (la canción de la película El Rey León de Disney), pero al estar el nombre registrado, solo quedo como Hakuna
Hakuna es una palabra africana que advierte acerca del mal, pero ellos le cambiaron el sentido interpretándola que, frente al mal, Dios nos protege. Hakuna Group Music ha compuesto temas donde le hablan a Cristo con el corazón, de su vida, de sus altos y bajos, penas y alegrías y, sorprendentemente, sin esperarlo, su carisma y música empezó a extenderse entre los jóvenes de toda España. Hoy 10 años más tarde, están en 40 ciudades de España, además de Argentina, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, México, Perú, Ecuador, Corea del Sur.
En cada ciudad donde se forma una comunidad de adoradores, se replica la banda , quienes aprenden las letras y cantan en la Hora Santa. Ellos dicen que son la banda de música más grande del mundo.
No está demás contar que en la Jornada Mundial Jóvenes en Portugal el año pasado, el grupo encantó con sus voces a miles de jóvenes. Pero no solo cantan para la Hora Santa, sino crearon la Fundación Hakuna que reúne todas sus actividades, enfocadas en la la acción social, educativa y cultural. Desde ahí, organizan retiros espirituales, ofrecen formación espiritual y editan libros de filosofía y teología, entre otras. También organizan campañas asistenciales e impulsan proyectos para ir en ayuda de los más vulnerables.
Además, incursionaron en el cine con su primera cinta “Vivo”, documental sobre los testimonios de personas que se convirtieron frente al sagrario, el cual tuvo mucho éxito en los cines de Latinoamérica, incluido Argentina, lo que les abrió aún más las puertas para hacerse reconocidos.
Su fundador el Padre Manglano definió al grupo como “cristianos que juntos seguimos a Cristo, compartiendo un estilo de vida que aprendemos arrodillados ante Cristo Hostia”. En tanto, el Papa Francisco los conoció y los alentó a visitarlo en Roma. Los definió como una familia eucarística.
María una joven de 22 año declaró en un medio español: “Cuando conocí Hakuna me di cuenta de que todavía no había descubierto absolutamente nada de lo que es tener una relación con Dios, que es mucho más que ir a misa y hacer las cosas bien”. Para Javier de Madrid: “El secreto de Hakuna es volver al origen, volver a la raíz, recuperar lo esencial, vivir como lo hacían los primeros cristianos. Nosotros tratamos de buscar y vivir la verdad”.
Hakuna en Argentina
Apenas me enteré de que Hakuna iba hacer un concierto en Buenos Aires, en el auditorio del colegio San Pablo, lo agendé. Hasta ese minuto, pensaba que había venido la banda de españoles que fundaron el grupo. Llegué antes del inicio del concierto con la idea de entrevistarlos y conocí a Jesús Benítez, vaya nombre. Es el encargado informal de las comunicaciones del grupo. En pocas palabras, él me aclaró que los que cantaban era Hakuna Group Buenos Aires.
Me contó que hace dos años se fundó una comunidad a partir de jóvenes que querían vivir la espiritualidad de Hakuna España reunidos en la Parroquia Nuestra Señora de Loreto del barrio de la Recoleta. “Nuestro foco era y es estar con Jesús Eucaristía a través de la adoración. Nuestro lema es “cantamos lo que vivimos, y vivimos lo que cantamos”.
El año pasado, días antes de la Semana Santa, dieron su primer concierto en Bella Vista, titulado “Pasión”, cantos para cada estación de la Pasión de Cristo. Este evento lo hace Hakuna una vez al año en todas las ciudades donde están, antes de Semana Santa. “No hacemos el concierto porque si, sino que paralelamente detrás del escenario armamos una capilla donde se expone el santísimo y hay chicos adorando durante el concierto. Incluso los que cantan lo hacen mirando a la cruz que se pone en el escenario y no al público” señala, Jesús.
Lucía Muñoz, una de las voces del grupo, cuenta que empezaron hace dos años,
cuando un grupo de chicos se puso a rezar para que llegara la película Vivo de Bosco Films. “Después de verla, todos teníamos ganas de vivir aquí lo que vivían en España. En pandemia se viralizó mucho Hakuna, por lo que les mandamos un mail y contestaron, así empezamos a compartir a la distancia”. Ahora mismo, Hakuna está haciendo este mismo concierto en varias ciudades del mundo en simultáneo. Somos la banda de música más grande del mundo.
El Padre Alejo Moreno, miembro de la comunidad, cuenta que los chicos españoles jamás imaginaron que iban a contagiar a tantos jóvenes en todo el mundo. “En Argentina los que cantan son los chicos que vienen los jueves a la hora santa de las 19.45 hrs. Si me preguntas cuántos vienen adorar, no te puedo decir. En Hakuna tenemos un principio muy importante. No contamos, nos da lo mismo sean dos personas o mil”.
ARPA DEI: El coro de Dios
Su melodía es irreproducible, cantan sin instrumentos, solo con sus angelicales voces que te transportan al cielo. Su sonido es sobrenatural. El cielo que se presenta cuando cantan es sobrecogedor. Son el coro de Dios, literal.
El coro estuvo participando de misas, adoraciones y presentaciones en ciudad de Buenos Aires, Mar del Plata, La Plata, Pilar, La tablada, San Isidro, Villa Adelina, Bella Vista, Maschwitz y en el Santuario de San Nicolás.
Harpa Dei lo conforman cuatro jóvenes que son hermanos, que decidieron cantar música sacra. De hecho el nombre del grupo surgió cuando su mentor espiritual, los escuchó y les dijo: ustedes son como el Arpa de Dios. Y así se nombraron. En latín Harpa Dei.
Nikolai, Lucía, Marie-Elisée y Mirjana Gerstner nacieron en Alemania, pero crecieron en Ecuador por lo que hablan muy bien español. Sus padres les inculcaron la fe y el canto desde muy pequeños en una comunidad de fe de origen alemán llamada Agnus Dei. Desde 2011, en el marco de una iniciativa por la paz en Ecuador, se sintieron llamados a la evangelización por medio de la música litúrgica para contribuir a rescatar la tradición musical de la Iglesia Universal. Su repertorio contempla el canto gregoriano y liturgias. También cantan las más hermosas melodías de los continentes, en los diferentes idiomas para crear sensibilidad hacia la tradición musical de la Iglesia de cada lugar. Nikolai destacó en una oportunidad una frase de la Santa alemana Hildegarda del siglo 11, que decía que la música sacra era el último recuerdo que nos quedaba del paraíso perdido. “La gente que nos escucha nos dice, estuve en el cielo, escuché a los ángeles”. “Es un recuerdo que tenemos en lo más interior del alma”, decía Santa Hildegarda.
Su misión los ha llevado por muchos países, entre ellos: México, Israel, Alemania, Rusia, Ecuador, Estados Unidos, España, Francia, Polonia, África, India y Argentina.
En su paso por Buenos Aires tuvimos la oportunidad de entrevistar a Lucía tras cantar en la misa en la Parroquia San Manual Mártir, en Pilar en el día de San José.
¿Cómo nació Harpa Dei?
Fue en el marco de una campaña de oración contra la violencia que nuestro padre espiritual inició en Ecuador. El iba a muchísimas parroquias con el mensaje de pedir a las personas se unieran a la oración contra la violencia. Nos pidió que lo acompañáramos a orar y así, empezamos a cantar públicamente. Nos dimos cuenta de la fuerza que tiene el canto en el combate espiritual.
¿Ustedes son consagrados?
Si. Dos de nosotros tenemos promesas privadas, las clásicas de obediencia, castidad y pobreza. Y los otros, tienen promesas temporales y van haciendo discernimiento.
¿Dónde viven?
Gran parte del tiempo vivimos en Tierra Santa en Jerusalén y misionando por diferentes países.
Están surgiendo muchos grupos de jóvenes que le cantan a Dios con otros estilos, ¿ustedes porque eligen la música sacra que está más lejos de los jóvenes?
Crecimos en una familia espiritual donde todas las oraciones eran cantadas en música sacra. Es una comunidad pequeña en Alemania llamada Agnus Day. Monástica. Crecimos con esa espiritualidad y una vez que uno ha degustado de la belleza y la profundidad del canto sacro es difícil dejarlo y quieres transmitir esta riqueza de la Iglesia a los demás y despertar en ellos el gusto por la sensibilidad, por la sacralidad y lo trascendente.
¿Han cantado para el Papa?
Todavía no, pero cuando falleció el PaPa Benedicto cantamos un réquiem para él, con la certeza que lo escuchó finalmente.
Texto: Claudia Echeverría
Valor de la nota: La alegría de descubrir y conocer referentes de este despertar de los jóvenes hacia música católica, como un camino para acercarse a Dios y compartir su buena nueva. Con dos estilos diferentes pero compatibles y llenos de un sonido y sentido transformador.