Festejar a la familia me hizo pensar en Humberto Maturana (Editorial)

  • Por Claudia Echeverría (Dir Valorar Magazine)

Humberto Maturana falleció el 6 de mayo a los 92 años. Fue biólogo, filósofo, escritor y pensador. Estudió en Harvard, en la Universidad de Chile y en London College. Trabajó en el MIT, Instituto Tecnológico de Massachusetts. Fue Premio Nacional de Ciencias en 1994 en Chile. Pero sobre todo,  fue un revolucionario de las ideas según sus seguidores. La BBC de Londres tituló: “Muere el biólogo cuya definición de la vida hizo reflexionar hasta al Dalái Lama”.

Fue el creador del concepto de la “autopoiesis” descrito como la capacidad que tiene un sistema para a pesar de no estar en equilibrio, mantener una estabilidad estructural, absorbiendo energía del entorno o autorregulándose continuamente. Al igual que los seres vivos, los sistemas autopoiéticos son capaces de mantener su autonomía y una continuidad de sus pautas.

Lo conocí en la Universidad, no en persona, sino leyendo algunos de sus escritos a partir de una materia. Me hubiese gustado conocerlo. Reconozco que no compartí todas sus ideas ni tampoco ahondé tanto en su trabajo después,  pero siendo estudiante recuerdo que me impactaron sus conceptos en torno a la vida y el amor. Hoy, pensando en el día de la familia, que es el lugar donde aprendemos a amar desde nuestra humanidad, un escrito que recibí que me llevó a mi época universitaria, me acordé de él y quise compartir este brillante texto a continuación para rendirle homenaje a un gran pensador Humberto Maturana y al día de la Familia.

Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas, contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive, son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni en si mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la Vida.

Humberto Maturana (Adjunté link de una excelente entrevista al final del tercer párrafo hace click sobre el nombre)
1928-2021 
 (Foto: La Tercera)
Redes sociales:
error

Enjoy this blog? Please spread the word :)