Este año fui convocada a colaborar con la Cena Anual Solidaria del Obispado Zárate Campana y no saben que preciosa experiencia me tocó vivir, al conocer a un equipo de trabajo increíble de tres personas super comprometidas, llenas de amor por lo que hacen (Fernanda Claramunt, Gogo Morrone y Facundo Raggi). También porque me di cuenta de mi ignorancia acerca de TODO lo que hace nuestro obispado, que es enorme y necesita de la ayuda de todos para sostener tantas obras.
Fe y Solidaridad
Si tuviera que describir lo que fue la cena en pocas palabras les diría que fue una fiesta de nuestra fe. Un noche de mucha oración, unión, familias y juventud, amigos, sacerdotes y consagradas de diferentes localidades de la diócesis. Comunidad del Opus Dei, Legionarios de Cristo, Schönstatt, Sodalicios, Sociedad San Juan. Mucha solidaridad y mucha alegría. Todo esto en un entorno que no podía ser más lindo, un lugar abierto, rodeados de naturaleza y luces como es Espacio Pilar.
El evento comenzó con un algo muy significativo, como fue la invitación a participar de una adoración eucarística una hora antes del evento. El lugar fue cuidadosamente preparado por Paula Trossero (voluntaria) con un amor a Dios y con una dignidad que nos conmovió a todos. Éramos más de 100 personas que estábamos allí, orando acompañados por las voces de los coros de Hakuna y Sociedad San Juan y el regalo de la presencia de las reliquias de Carlo Acutis y la santa, María Goretti, que ayudaron a transformar ese lugar en un pedacito del cielo del cual nadie se quería mover.
Más tarde disfrutamos del cóctel y la cena que fue conducida por el reconocido conductor del programa “Claves para un Mundo Mejor”, que se emite por TV Pública, Tito Garabal, quien dio la bienvenida a todos, especialmente la de los sacerdotes, a quienes invitó a pararse para recibir el aplauso conmovido de los asistentes. Luego, el Obispo, Pedro Laxague y Fernanda Claramunt, líder del equipo de Desarrollo de Fondos dedicaron palabras de agradecimiento a todos los asistentes, empresas, movimientos religiosos, colegios, universidades, ONGs, sacerdotes de diferentes parroquias del obispado y familias miembros de la comunidad católica local.
“Estamos muy conmovidos y agradecidos con la convocatoria, felices de encontrarnos todos unidos como comunidad, no solo para ayudar en este año tan difícil, sino también para festejar, y agradecer todo lo que cada uno hace desde su movimiento, parroquia, empresa, institución, por la dignidad de las personas; de esta diócesis. Cada uno con su carisma, desde su lugar. El objetivo principal de esta cena fue transmitir la necesidad de la colaboración de todos para lograr el sostenimiento de los sacerdotes y sus obras”, señaló a Valorar, Fernanda Claramunt del equipo de Desarrollo de fondos y coordinadora de Laicos en Acción.
No quiero dejar de señalar el tamaño del Obispado de Zárate Campana es uno de lo más grandes en extensión de la Provincia de Buenos Aires, abarcando localidades de Baradero, Exaltación de la Cruz, Escobar, Zárate, Campana, Pilar, San Antonio de Areco. Cuenta con 37 sacerdotes diocesanos y 14 catorce colegios entre los niveles primario, intermedio y secundario y de varias otras obras de apostolado. Algunas de ellas se pudieron ver en el video institucional donde se mostró la gran labor de los sacerdotes y de los colaboradores de Laicos en Acción, que no es una ong, sino el nombre que se le da a los voluntarios que colaboran con el obispado en alguna actividad, apostolado o evento de forma eventual.
Las obras del obispado que se mostraron en la cena fueron: la Licenciatura de Cuidados del Adulto Mayor en alianza con el Hospital Austral, el taller de adultos de la parroquia de Escobar, los talleres de madres en alianza con Anspac, el acompañamiento sacerdotal a los presos en la Cárcel de Campana y en La Posada de la Vida lugar de rehabilitación para jóvenes con problemas de adicción. Además de toda la misión pastoral de los sacerdotes en los colegios a través de las misas, comuniones, retiros, entre otros. Pero aún así se mostró solo una parte de todo lo que hace este obispado.
El Desafío
El desafío de esta cena fue poner el foco sobre las necesidades reales de la comunidad sacerdotal diocesana. La urgencia de incrementar el número de colaboradores mensuales, que hoy es muy bajo respecto de la enormidad de necesidades dado el tamaño de este obispado. Y para ello, dos hombres de fe de Entretiempo, Matías da Rocha y Juan Boubee, padres de familia, cada uno con su estilo, se animaron a subir al escenario para contarnos cuáles son las necesidades y ver cómo podemos ayudar.
Matías fue claro al recordarnos ¿quién no necesita un sacerdote? En los casamientos, bautizos, cuando muere un familiar y cada domingo que vamos a misa. Pero cuántos de nosotros los invitamos a comer a casa o un café o le preguntamos ¿qué necesita? ¿cómo paga la luz… en fin. Por ello, Matías habló de la problemática más acuciante que hoy tienen es el tema de la salud de los sacerdotes. Hoy el costo en salud se ha ido a las nubes para todos y la plata no alcanza para cubrir las necesidades que requiere una comunidad religiosa con miembros entrados en años que requieren de medicamentos y cuidados. Lo cierto, es que la mayoría de los sacerdotes diocesanos vive muy solo, más aún en un obispado tan grande, donde las distancias entre cada localidad son enormes y el gasto en nafta, ni hablar.
Juan Boubee, por su parte, con una cuota de humor y mucha realidad tomó el micrófono y nos propuso con un entusiasmo contagioso el cómo ayudar. Nos invitó de manera gráfica a decir SI. Y nos dio un pantallazo del cómo y con cuánto podemos ayudar, sin que nos afecte el bolsillo. En la medida que seamos muchos colaborando conforme nuestra propia posibilidad. Desde un café ($5000 al mes) que seguro todos tomamos o el valor de una botella de vino ($10.000) que seguramente llevamos a una comida o un tanque de nafta ($50.000) que se gasta en nuestra zona. Nos hizo ver una realidad posible de apoyar y en la que simplemente que no pensamos. Más aún en un año que difícil, con cambios tan profundos en el país, creo que debemos dar cuenta que nosotros también somos Iglesia, que la necesitamos y que tenemos que colaborar con el obispado del lugar donde vivimos. Adjunto link para los que se quieran hacerse donantes
Texto: Claudia Echeverría Dir Valorar Magazine blog y Prensa de Faro Films
Valor de la nota: Abrir los ojos. Conectarnos con nuestros sacerdotes diocesanos y con nuestra parroquia local. Pensé en escribir esta nota con un estilo informativo, pero me decidí hacer una editorial de lo que yo vi en estos meses trabajando junto a los organizadores, admito que no conocía toda la enorme labor que hace el obispado. Más aún, siendo miembro activo de un movimiento religioso que está en Pilar. Me di cuenta que, quienes pertenecemos a diferentes movimientos, a veces nos quedamos en nuestra quinta, sin ver más allá. Perdemos la cuenta de apoyar más a nuestra Iglesia local en sus necesidades.