Estudios recientes muestran que cultivar la gratitud de manera consciente e incluso algo forzada- por ejemplo, pensando en cosas para ser agradecido- tiene efectos insospechadamente positivos en la salud física y mental.
Agradecer por el agua caliente de la ducha, porque el portero del edificio nos saludó amablemente en la mañana, porque nuestro hijo nos dio un abrazo, porque pudimos reunirnos con una vieja amistad a la que no veíamos hace mucho. Agradecer por lo que sea y como se pueda. Cada vez más, en la consulta de psicólogos o psiquiatras, muchas personas reciben la instrucción de hacer este ejercicio. A veces, el listado se hace ahí mismo, con la ayuda profesional; otras veces es una tarea para la casa. Una tarea que puede adquirir otros formatos como “el diario de la gratitud”, un cuaderno en el que se debe apuntar cada mañana o noche al menos res cosas por las que sentirse agradecido, o “la carta de la gratitud”, que se escribe a alguien que nos ha ayudado de alguna manera y que, idealmente, debe hacerse llegar al aludido.
Al comienzo muchos pacientes pacientes reaccionan con algo de distancia , especialmente en el caso de los adultos . porque esto de hacer listas, de anotar cosas positivas , evoca un poco lo que haría una adolescente en su diario de vida; parece algo superficial , incluso infantil. Pero estas herramientas terapéuticas relacionadas con el cultivo de la gratitud ; es decir , con ser capaz de reconocer y apreciar lo que se recibe-sea tangible o intangible están experimentando un verdadero auge entre los expertos en salud mental. Y hay razones parar ello.
“Se han estado usando harto porque en los últimos años han comenzado a aparecer muchas investigaciones que prueban su efectividad, explica María Ignacia Vera , psicóloga infanto-juvenil, docente de la Universidad de los Andes. “Hoy sabemos que hacer este tipo de listas tiene un efecto neurobiológico, es decir, produce cambios en la corteza cerebral pre frontal, la parte más evolucionada del cerebro, que se traduce en mejorías importantes en la salud física y mental”.
Uno de los primeros en arrojar luz sobre este fenómeno fuel el psicólogo Robert A. Emmoons, Ph.D profesor de la Universidad de California, quien en 2004 lanzó su libro The Psychology of Gratitude, de corte más bien académico, y en 2013 sacó un nuevo volumen, esta vez dirigido a un público más general “Gratitude Works”, donde propone un plan para crear prosperidad emocional a través de ejercicios simples de gratitud. Desde su oficina de California comenta con entusiasmo:
“llegué a trabajar en el tema de la gratitud por un encargo: fui invitado a una conferencia científica en la que se me pidió que fuera el experto en el tema. Me puse investigar inmediatamente, porque en ese tiempo (20 años atrás) no había nada. Es el mejor encargo que he recibido . No puedo imaginar un tema más inspirador. Y las investigaciones han ayudado a mucha gente” , señala Emmons
Para Emmons, la gratitud es, antes que nada ,una elección. Una actitud ante la vida que se escoge a conciencia va mucho más allá de simplemente pronunciarla palabra “gracias. “La gratitud es fundamentalmente una manera de ver la vida. Viene de reconocer que ella no nos debe nada y que todo lo que tenemos es un regalo. La podemos escoger incluso cuando no la sentimos espontáneamente. Y eso hace que nuestra vida y la de los otros sea mejor. Yo la defino como la afirmación de todo lo bueno que nos toca vivir y el reconocimiento de nosotros de que todo ese bien , al menos parcialmente, nace fuera de nosotros y por eso debe entenderse como un regalo”.
Más Gratitud; Mejor Salud
Los beneficios físicos y mentales que se atribuyen a la gratitud no son meras comunicaciones, sino que tienen asidero científico. La mayoría de los estudios científicos en esta línea son de comienzos de la última década y se vinculan con las neurociencia, En 2015 por ejemplo , el Dr Glen R Fox , neurocientífico de la Universidad de California del Sur, estudio las respuestas del cerebro frente a sentimientos de gratitud con tecnología de resonancia magnética funcional, y descubrió que junto con ella se activan las áreas del cerebro relacionadas con la moralidad, la gratificación y el juicio. Desde la Universidad de Berkeley, el investigador Michaell McCullough han estudiado como la gratitud también potencia mejores relaciones interpersonales. La expresiones de gratitud hacia los otro según McCullough aumentan la probabilidad de que las personas tengan actitudes pro sociales, es decir, conductas destinadas a beneficiar a otros a futuro.
Los estudios de Dr Emmons, por otro lado, muestran que las personas que cultivan la gratitud intencionalmente desarrollan en solo diez semanas un mayor optimismo, el que a su vez se traduce en un mayor autocuidado . Esto mejora los índices generales de la salud; las personas comienzan a comer mejor, a hacer más ejercicio , incluso a tener mejores relaciones interpersonales. Y tienen más adherencia a los tratamientos médicos, claro indicador de una mejor salud general. “Mis investigaciones muestran que la gratitud puede curar viejas heridas, dolores actuales y rescatar futuras ansiedades de la negatividad” señala Emmons. También energizan, porque ayudan a mirar la vida por un lente de agradecimiento que atenúa la sensación de desgaste y cansancio. Al usar las herramientas de la gratitud, la vida puede cambiar, como si fueran un botón de reseteo. Han demostrado que pueden, de manera significativa y sostenible, ayudar a lidiar con el estrés y aumentar la sensación general de bienestar.
Redirigir el Pensamiento
Para obtener los resultados esperados, las herramientas terapéuticas relacionadas con la gratitud pueden utilizarse tanto dentro de un tratamiento profesional, con psicólogos o psiquiatras, como en un proceso de búsqueda personal. Pero, en ambos casos, es importante usarlas de la manera correcta y evitar las expectativas no realistas.
Emmons explica que los diarios de gratitud no son meras listas, como las cosas que llenan la agenda de pendientes. Su sentido es y debe ser más profunda para que cumplan con su objetivo sanador. “No se trata solo de anotar un montón de cosas agradables o placenteras de nuestra vida. Lo principal es establecer el hábito de prestar atención a las cosas que inspiren gratitud y las listas son una buena manera de lograrlo. A mis pacientes les recomiendo que al hacer ejercicio, consideran cada una de las cosas que anotan como un regalo; deben hacer un esfuerzo consciente de asociar la palabra “gracias” con el concepto de regalo. la instrucción es tomar consciencia de lo que se agradece y darle tiempo a saborearlo. No deben apurarse al hacer su lista, como si fuera solo una tarea más por hacer, explica.
Para Karson McGinley, colaboradora del Chopra Center, a medida en que se pone atención a todo lo que merece agradecimiento, las personas logran conectarse con una felicidad profunda que es parte inherente de la naturaleza humana. Desde su centro holístico en San Diego comenta; “La gratitud, un estado de apreciación funciona por lo que es, funciona como una especie de magneto. Si te enfocas en las cosas que están funcionando bien, invitas a que más cosas vayan mejor en tu vida. la gratitud nace desde adentro. Por eso antes de poder expresarla de manera auténtica, es importante conectarse con lo bueno. No es algo que simplemente sucede , la gratitud es una decisión, algo que tienes que trabajar para fortalecer , hasta que eventualmente se convierte en parte de tu vida.
En este sentido, las listas de gratitud-opina Karson- son buenas justamente, porque te ayudan a comenzar o terminar el día en un estado positivo, con el foco puesto en lo bueno que nos sucede. En este sentido, las meditaciones guiadas son una herramienta útil:
La meditación ayuda a incorporar la gratitud a la vida porque mueve la consciencia fuera de lo racional y la acerca al corazón, que es donde esta emoción se siente. Hay una meditación específica, por ejemplo, que ayuda a sentir gratitud hacia personas que te han herido. Este tipo de meditación te enseña a entender que todas las personas que están en nuestras vidas están ahí por algún propósito, lo que significa que puedes agradecerles por lo aprendido y aprender a practicar el perdón.
Por Sofia Beuchat (Revista Ya del Diario El Mercurio 2020)
Valor de la nota: Encontré casualmente este reportaje que se escribió el año pasado y me pareció una excelente nota para comenzar este 2021 y meditar y llevar a la práctica todo lo que este reportaje nos propone: los frutos inesperados de ser agradecido.
