El 10 de septiembre, un día coronado por el sol y un clima de mucha de alegría, se realizó el primer encuentro del Rugby entre el equipo los Templarios de la Unidad 21 de la cárcel de Campana y el equipo de la Unidad 41, Los Legionarios.
Desde muy temprano empezó el movimiento en el pabellón de Espartanos de la Unidad 21 que se organizaron para tener lista la cancha y poder contar así con todo lo necesario para recibir de la mejor manera a los contrincantes, a las autoridades del penal, a personal policial, y voluntarios de la Fundación Espartanos y amigos del rugby que apoyaron y acompañaron esta iniciativa.
Para los Templarios fue una mañana significativa porque iban a tener su primer partido oficial vistiendo la camiseta negra con la cruz blanca en el frente elegida por ellos.
“Este equipo comenzó a partir del grupo del pabellón 1 de máxima seguridad que rezaba los viernes el Rosario organizado por los Espartanos. Hacía 8 años que no se jugaba al rugby en esta cárcel. Entre idas y venidas cerca de 22 chicos del pabellón 1 y de otros pabellones empezaron a entrenar en febrero, todos los miércoles de 9 a 11. Unos iban quedando, otros no. Tuvimos un gran apoyo de las autoridades del penal”. “El entrenamiento les va cambiando la cabeza con la disciplina y el respeto. Ellos valoran mucho esto. Ahora tenemos como 40 jugadores”. “ Recuerdo que al finalizar el primer entrenamiento les preguntamos si estaban contentos y uno de los chicos dijo… ¿Cómo no vamos a estar contentos, si esto es la más cercano a la libertad?”, contaron los entrenadores del equipo César G y Leopoldo Hantusch.
TRIES, ABRAZOS, ENTRETIEMPO, DISCURSOS Y HELADOS
Entre la alegría y el nerviosismo, a la hora pautada comenzó el partido que movió la ovalada de una poste a otro. En la ventanas de los pabellones cercanos ya se veían las caras tras los barrotes alentando a su equipo. Hubo takles, caídas, patadas y tries. Finalmente ganó el equipo de Los Legionarios 3 a 1. El equipo de la Unidad 41 hizo gala de sus tres años de experiencia en rugby. Pero hay que reconocer que el equipo novato no se achicó y defendió con mucho orgullo. Al cierre no hubo enojos por el contrario el partido se selló con abrazos.
“Esto es nuevo, me gustó, trabajamos mucho, entrenamos casi todos los fines de semana. Vamos a seguir para adelante para que esto crezca y sacar a los chicos del contexto de encierro. Para mí ser el capitán es algo nuevo, lo estoy trabajando, me cuesta, pero con la ayuda de los compañeros y el equipo… siempre estamos todos juntos, queremos seguir creciendo y poder ir a jugar afuera. Esa es la meta. Rezar el Rosario te llena de amor, de energía. Lo compartimos mucho. Nosotros nos juntamos los viernes con la gente que viene de la calle y tratamos de focalizar y conocer lo que es todo esto”, señaló
Luis, capitán del equipo Templario.
El entretiempo no podía faltar en una contienda de rugby. Todos alrededor de la mesa presidida por las imágenes de la Virgen Espartana, traída por ambos equipos dio inicio a los discursos de agradecimientos por parte de los entrenadores voluntarios de Espartanos de ambos equipos. Luego los capitanes de los Templarios y Legionarios se fotografiaron con la copa e intercambiaron elogios. También el Director de la cárcel de Campana Marcelo Guevara destacó la iniciativa de todos los organizadores y el buen desarrollo de la jornada deportiva por parte de los jugadores. Luego se dio paso al rezo de una oración por parte de todos los presentes.
Al cierre, los equipos, entrenadores, organizadores y voluntarios de Espartanos compartieron unas ricas hamburguesas, bebidas y unos exquisitos helados que se disfrutaron al calor de un sol radiante.
Texto y Fotos : Valorar Magazine
Valor de la nota: destacamos cómo la fe y el deporte sanan. Sin duda los Espartanos han desarrollado una fórmula milagrosa para reunir a grupos de hombres libres con grupos de hombres privados de la libertad que, sin preguntarse nada, comenzaron a tejer una red espiritual y humana que los cambió a todos. Si tenés la oportunidad de compartir con ellos esta experiencia, lo que ves es a un grupo de amigos que comparten algo muy simple pero muy profundo, el amor por el prójimo y la empatía, en un vínculo de enorme libertad rodeados de muchas rejas.
