LO QUE EL DINERO NO PUEDE PAGAR de Martín Tetaz
por Matías da Rocha
Hace unos días terminé de leer este libro que trata sobre distintos aspectos de la economía de la felicidad. El autor es especialista en economía del comportamiento.
Tetaz, junto con colegas, realizó y revisó investigaciones en las que busca responder preguntas que vinculan la economía con la vida cotidiana: ¿Es preferible gastar en bienes materiales o en experiencias? ¿Cómo diseñar las mejores vacaciones? ¿Cuánto valen los amigos de Facebook? ¿Y los de verdad?
En el capítulo 7: Amigos, matrimonio y tercera edad, Tetaz comenta que una encuesta –World value survey- realizada por Gallup en Argentina, demostró que las personas solteras eran sistemáticamente menos felices que las personas casadas, y las personas separadas eran aún más tristes.
El autor relata que varios estudios realizados alrededor del mundo refieren la famosa “U” de la felicidad en función de la edad, que muestra que la gente más joven es la más satisfecha con su vida .Luego la felicidad desciende, pero vuelve a subir a partir de los 40/50 años. Los abuelos terminan siendo casi tan felices como a los 20. Amigos, vida social y disponibilidad de nuestro tiempo son aspectos que nos hacen felices, y que vamos perdiendo al terminar la universidad, iniciar la vida laboral, formar pareja y tener hijos. Luego, al crecer nuestros hijos y alcanzar cierto señority en el trabajo volvemos a disfrutar de esas cosas, dice Tetaz.
Sobre el final el autor nos plantea un viaje al pasado, mirar para atrás al ser mayores, y preguntarnos si valieron la pena pasar tantas horas en la oficina para poder tener una TV más grande o comprar un nuevo celular. Y arriesga que cuando seamos viejitos lo que más vamos a extrañar es no haberle pedido perdón a mamá, no haber pasado más tiempo con los hijos y no haber comido más asados con los amigos. Reflexión: Al final del día, “el dinero no nos servirá para comprar un solo minuto de esos que algún día no estarán más”.
Me gustó mucho este libro porque se permite ir a contramano del mundo. En una sociedad que nos invita a trabajar cada vez más para “llegar” quién sabe a dónde, el autor se permite explorar otros caminos, buceando más profundo en la economía para así llegar a conclusiones interesantes y perfectamente aplicables a nuestra vida cotidiana. Con datos contrastables de encuestas analiza temas que suelen estar “fuera de agenda”: Nuestra relación con el dinero, con otras personas y con la vida misma. En lo personal me gusta la impronta familiar que tiene el autor respecto de la vivencia de los amigos y la familia.