¿Quién se iba a imaginar que esta película de origen turco, que relata la historia entre una padre con una discapacidad mental y su pequeña hija, sería la película más vista en varios países de latinoamérica en abril en Netflix?. En Argentina fue Nro 1 en la plataforma streaming.
Lo cierto es que la cinta de 1 hora 32 minutos, fue un “fenómeno” en su país. Cuando fue lanzado el teaser en noviembre de 2019 tuvo al menos siete millones de visitas en línea en 24 horas. Y en su estreno en el cine fue vista por cinco millones de personas en ocho semanas.
La película es un “remake” de una producción surcoreana cuya dirección y guión pertenece al director Hwan Kyung Lee, quién la estrenó en el 2013 y resultó ser un “boom”‘ en el país asiático.

Milagro en la celda 7 es la historia de Memo (Aras Bulut Lynemli), un pastor que tiene un trastorno mental cognitivo no identificado, y su hija pequeña Ova (Nisa Sofiya Aksongur), cuya madre falleció en su nacimiento. Ambos viven en la casa de la abuela de Memo y comparten una vida feliz y tranquila hasta que Memo presencia la muerte de una niña y es el culpado del asesinato. Tras ser llevado a la cárcel comienza la trama de Memo para reunirse con su pequeña hija que lo busca desesperadamente.
Memo, el personaje principal, es interpretado por Aras Bulut Iynemli, de 29 años. Es ingeniero aeronáutico y miembro de una familia de artistas, con un hermano actor y una hermana cantante, que se decidió finalmente por la actuación. Se hizo muy famoso en su país con la serie “Cómo pasa el tiempo” en el 2010.
Cuenta el sitio especializado “Sensacine” que ante la gran actuación de Aras Bulut , miles de personas se empezaron a preguntar si es que él también sufría de la condición mental de su personaje, por lo veraz que se veía su papel. Sin embargo, se confirmó que su actuación era solo fruto de su talento.

En el papel de Ova se destaca la actuación de Nisa Sofiya Aksongur, una niña de 8 años que saltó del mundo del modelaje al cine, con dos películas a su haber, y cinco series de televisión que la catapultaron como una de las actrices turcas jóvenes más reconocidas. En su cuenta de Instagram ya cuenta con más de 100 mil seguidores.
¿Por qué ha hecho llorar a tantos?
Esta es la pregunta que muchos comentaristas se hicieron ya que no paraban de llegar comentarios del largometraje en las redes sociales, de cientos de personas que se conmovieron y lloraron frente a este drama que Netflix lanzó a finales de marzo .
Un buen resumen del por qué es la la nota publicada por el diario El Comercio y otros medios que analizaron los factores claves de su éxito.
- Aras Bulut Iynemli hace un trabajo espléndido al interpretar a un personaje con cierto retraso mental y de un espíritu digno de una persona inocente cuyo objetivo en la vida es ser feliz, lo que genera mucha empatía hacia él. Ganas de protegerlo, ayudarlo.
- Por otro lado, Nisa Sofiya Aksongur, interpreta a la pequeña Ova una niña entrañable, cuya relación con su padre tiene una química especial que orilla al espectador a pensar en su propia forma de convivir con hijos y familia.
- Otro de los ingredientes que hace tan emotiva son las escenas fuertes, donde la empatía se agudiza al punto que sientes lo que están sufriendo los personajes. El tema del arrepentimiento y la posibilidad de enmendarse con un acción reparadora. La injusticia que provoca impotencia y te embarga como si tú fueras víctimas de ésta.
- La cinta proyecta una fuerte unión y fortaleza de parte de este pequeño núcleo familiar para enfrentar situaciones que se pueden vivir a lo largo de la vida, respondiendo con actitudes que conmueven y llaman a la introspección personal e imitación.
A esta larga lista habría que agregar, que la cinta se estrenó en la plataforma en el inicio de la cuarentena, momentos en que la sensibilidad estaba a flor de piel, lo que puede explicar tanta emoción y lágrimas.
Texto: Claudia Echeverría
Valor de la nota: Promover una cinta muy particular con un guión simple, profundo y un final inesperado. De cómo el amor más puro e incondicional entre un padre y una hija, puede remover a los corazones corrompidos por el mal, heridos, o endurecidos y conducirlos al camino de la redención y transformarlos en mejores seres humanos capaces de actos nobles impensados.