El actor, cineasta y activista de derechos humanos, Eduardo Verástegui, fue invitado a la Casa Blanca por el presidente Donald J. Trump a celebrar el mes de la Herencia Hispana, el 27 de septiembre pasado. En su reunión con el presidente Trump y el vicepresidente, Mike Pence, Verástegui le entregó al presidente una carta, con un enfoque humano, que pide su ayuda para resolver el estado legal de los Dreamers.
Los Dreamers son las personas nacidas en Latinoamérica y criados en los Estados Unidos. Ellos se convirtieron en herederos del sueño americano; sin embargo, sin culpa alguna, están atrapados en un atolladero legal al no tener ciudadanía. Son estadounidenses leales y respetuosos de la ley que no pueden vivir plenamente el sueño americano.
El presidente Trump ha dicho “Vamos a tratar el DACA (programa Acción Diferida para la Deportación de Menores), con corazón”. Verástegui dijo que estaba de acuerdo con el presidente y agregó: “Sólo las personas con un buen corazón podrán darle una buena solución a esta situación de limbo para nuestros amigos de DACA. Le pido a Dios todos los días por los Dreamers y por aquellos que tienen el poder de ponerlos en el camino hacia la ciudadanía americana. A todos los que pueden ayudar les digo: ‘Los Dreamers están en sus manos. Trátenlos como les gustaría que trataran a sus hijos si estuvieran en una situación similar”.
Los Dreamers y sus familias pagan $ 9mil millones de dólares en impuestos federales y estatales y su poder adquisitivo se estima en $ 24,1 mil millones de dólares. Pero esto no es simplemente una cuestión de dinero; es una cuestión de sentido humano básico, de tejido moral y social de la nación. Corazón y razón, ética y economía nos dicen que un acuerdo de ciudadanía para los Dreamers es un gran acuerdo para Estados Unidos.
El sueño de Verástegui para los Dreamers es parte de su visión más amplia para celebrar la vida en toda su plenitud. Para Verástegui ser pro-vida implica no sólo proteger a los no nacidos, sino también la vida de toda persona humana, desde la concepción hasta la muerte natural. Toda vida importa, especialmente la de los más necesitados, la de los más vulnerables: niños en situación de calle, adolescentes que sufren adicciones, personas que se han quedado sin trabajo, mujeres que enfrentan violencia doméstica o que han sido abandonadas y maltratadas, los que han sido falsamente acusados y están en la cárcel sin tener los recursos para probar su inocencia, las víctimas de trata para explotación sexual y tráfico de órganos, tenemos que defender y proteger la vida de todos.
“Ser pro-vida significa también ser la voz de los Dreamers y abogar por ellos”, afirmó el actor. Sus vidas se han convertido en una pesadilla de la que no pueden despertar. Por eso, Verástegui hizo un llamado público a los miembros del Congreso de ambos partidos a que manejen este caso con especial atención y pide que no usen a los Dreamers como objeto de negociación para obtener intereses económicos. Uniendo su voz a la de todos los que también la han alzado en su nombre, Verástegui imploró la ayuda de todos los funcionarios públicos para darles una verdadera bienvenida a los Dreamers al país en el que ya viven, al país en el que ya sirven, respetan y aman.
“Independientemente de nuestros puntos de vista políticos, filosofías, creencias o diferencias socioculturales, es más lo que nos une que lo que nos divide y por eso invito a todas las personas de todo el espectro político a tomarse de la mano y trabajar juntas para resolver y fortalecer los derechos humanos de todos”, finalizó Verástegui.
Valor de la nota: la valentía de este líder para aprovechar estos encuentros con líderes mundiales para abogar por la grave situación que viven muchos latinos indocumentados en Estados Unidos.
Carta de Verástegui a Trump
Sr. Presidente:
Gracias por invitarme tan amablemente a esta gran celebración del Mes de la Herencia Hispana. Es un honor estar una vez más aquí con mis colegas hispanos. Como actor, cineasta y filántropo mexicano, mi misión es utilizar de manera responsable el poder del arte para hacer de este mundo un mejor lugar, produciendo películas que promuevan los valores humanos por medio de poderosas historias que tienen el potencial de elevar el intelecto de la audiencia hacia lo que es bueno, bello y verdadero. Mi enfoque inicial es crear una infraestructura cultural que ayude al fortalecimiento de la familia mexicana y americana, buscando la unidad entre Estados Unidos y México y así poder seguir avanzando en términos de seguridad, trabajo, prosperidad y paz para nuestra gente.
En medio de todo esto, nos enfrentamos a un trágico desafío, la difícil situación de los Dreamers nacidos en México que forman un vínculo vivo entre nuestros dos países.
Son Dreamers porque el sueño americano ahora está indeleblemente impreso en sus almas. La mayoría de ellos nacieron en México pero se criaron en los Estados Unidos. Independientemente de lo que hayan hecho sus padres, fueron traídos aquí desde niños sin culpa alguna y ahora son estadounidenses leales y respetuosos de la ley. Desde el punto de vista humano, es injusto que sean castigados por un delito que ellos no cometieron. No conocen otro hogar que los Estados Unidos. No conocen otra familia que no sea la americana ¡Y Usted es su presidente! Sr. Presidente, alentamos sus esfuerzos para resolver el estado migratorio de los Dreamers.
Fueron memorables, en este contexto, sus palabras sobre el tema: “Vamos a mostrar un gran corazón (…) Vamos a abordar DACA con corazón (…) La situación de DACA es algo muy difícil para mí porque ustedes saben que amo a estos niños. Yo amo a los niños. Tengo hijos y nietos”. Con estas palabras, Ud. ha dejado en claro que está muy consciente de esta tragedia humana que necesita solución inmediata.
Le pedimos que deje que su corazón lo guíe al enfrentar este gran reto humano. Entendemos que la solución requiere un acuerdo con el Congreso y no puede lograrse unilateralmente. Pero aquí, tanto el corazón como la razón exigen la legislación para ratificar su legalización. Los Dreamers y sus familias pagan $ 9 mil millones de dólares en impuestos federales y estatales y su poder adquisitivo se estima en $ 24,1 mil millones de dólares. Incluso en términos de economía y justicia ¡Un acuerdo para los Dreamers es un gran acuerdo para Estados Unidos!
En este Mes de la Herencia Hispana, puedo ver una nueva sociedad entre México y los Estados Unidos, una sociedad construida sobre nuestras mutuas fortalezas. Está en nuestras manos lograr que funcione porque compartimos los mismos valores fundamentales: trabajo duro, espíritu de servicio y un amor a Dios, a la familia y a nuestro País. Especialmente agradezco su liderazgo y compromiso en la defensa de los derechos de los no nacidos.
No puede haber una mejor base para la unión entre nuestros pueblos que la de priorizar la resolución de la crisis de los Dreamers mexicanos que ahora están inmersos en el sueño americano. Estamos seguros de que usted es consciente de la urgencia y que hará todo lo posible para ayudarlos en su paso a la ciudadanía americana.
¡Gracias nuevamente, Sr. Presidente, por recibirnos en La Casa Blanca y celebrar el mes de la herencia hispana en Los Estados Unidos! ¡Viva America! ¡Viva México! ¡Viva la herencia hispana! ¡Viva la Vida! ¡Viva la Familia! ¡Viva la unidad entre nuestras Naciones!
Dios Bendiga a los Estados Unidos de América. Dios bendiga a México.
Sinceramente,
Eduardo Verástegui.